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Merlí

¡Hola queridos lectores! Una semana más vuelvo para hablaros de una serie que ha emocionado a un montón de personas, entre las que me incluyo. ¡Seguro que alguno la habéis visto! Se trata de la serie “Merlí”, una serie catalana que ha tenido un gran éxito a nivel nacional e internacional. 

AVISO: Para elaborar esta critica-reflexión me he apoyado en elementos, escenas y personajes de la serie. No he explicado nada “fuerte”, pero sí que he explicado alguna cosilla (=spoilers). No se hacer una reseña de este tipo de otra manera. ¡Tenedlo en cuenta si queréis ver la serie desde cero y guardaros todas las sorpresas para cuando la veáis! 




Merlí cuenta la historia de un profesor de instituto de entre 50 y y 60 años y de sus alumnos, “los peripatéticos” como él los llama. Merlí es profesor de filosofía, y la serie se basa en su profesión para dividir los capítulos según los autores y filósofos de la historia, desde Aristóteles, pasando por David Hume, los sofistas, incluso una filósofa de la cual nunca he oído hablar pero cuyos pensamientos stán a la orden del día: Judith Butler, que habla sobre  la teoría queer o de género (como es un tema de actualidad, os dejo aquí  un link con un vídeo que ha hecho, igual a algun@ le interesa escuchar a esta filósofa o conocer su pensamiento ). 

Merlí enseña a sus alumnos a ver la vida a su manera: saltándose las reglas impuestas por la sociedad, haciendo caso omiso de convencionalismos, viviéndola como ellos quieran. Merlí ve la filosofía como un instrumento de aprendizaje ara la vida, no como una asignatura más de la que los alumnos se deban examinar en la selectividad. Así pues, Merlí enseña a los “peripatéticos” a cuestionarlo a todo, a no dar nada por sentado. Pero, una vez llegados hasta aquí cabe preguntarse “tú mucho escribir sobre Merlí, pero qué son los peripatéticos? Y yo os respondo “Quien mejor que Merlí para responderos a esa pregunta”. 

Merlí es un personaje... peculiar. Es verdad que tiene cosas buenas: enseña bien, hace las clases amenas, divertidas, le da un uso práctico a la filosofía, un uso para la vida, les lanza preguntas a los alumnos para que que piensen. Eso la verdad me parece fantástico. Mi opinión es que al colegio o a la Universidad no se va a estudiar, se va a aprender, y a aprender cosas para la vida, a adquirir cultura, a aprender a aportar y a tener un punto de vista crítico ante las diversas situaciones. Personalmente, si alguna vez cumplo uno de mis sueños, quie sería ser profe de la asignatura Lengua Castellana y Literatura o de Literatura Universal, me gustaría dar así mis clases. Triste es que yo sepa más de la historia y literatura de España por “El Ministerio del Tiempo” o “Isabel” (series súper recomendables) que por lo que aprendí en el colegio (que no me valió de nada). Merlí además, tiene una capacidad enorme de conectar con los alumnos, es un profe muy cercano, al que los alumnos cuentan sus problemas, pero sus problemas serios y gordos, no “no me ha salido bien el examen de hoy” sino problemas que llegan hasta el ámbito personal y familiar. Ha reconocido a algunos de sus peripatéticos como sus amigos, cosa rarísima en un profesor, y siempre intenta ayudar, a su manera, que no es siempre la correcta ni la más agradable, pero él lo intenta. Incluso llegó a curar a un alumno de su agorafobia. A mí esa hazaña concretamente me dejó impresionado. 

Pero Merlí es un personaje que a mí... no me cae muy bien. Tiene muchas cosas buenas, y se le coge mucho cariño, no lo voy a negar, pero esa manía suya de hacer lo que le da la gana sin importarle las consecuencias de sus actos ni las normas impuestas por la sociedad, pues no me agrada. Me he dado cuenta de que él (al igual que la profesora de Historia de la tercera temporada, Silvana entre otros profesores) politiza las clases, es decir, expresa ante los alumnos su opinión  sobre la situación política del país, pasada y presente. “el Estado hace bien/mal esto” “desgraciadamente todavía hay muchos fachas que...”. “Los políticos son unos sinvergüenzas que...” Ahí sé que entro en un tema un poco delicado, pero voy a entrar. Creo que la educación es una herramienta para aprender, como dije antes, sí, pero creo también que la educación no debería estar politizada ni dejar translucir ningún tipo de ideología o ideario por parte de quien la imparte. Debe ser neutra. Mi opinión en este caso es que Merlí (y los demás profesores) se debería haber callado todos esos comentarios, porque puede haber gente que esté de acuerdo con sus ideas, pero también hay gente que pueda estar en contra de ellas, o tener una opinión diferente, y sentirse ofendid@ por ellas. Otra de las razones por las que no me gusta mucho su forma de ser es el trato que le da a las mujeres: me da la sensación de que en cuanto ve a una mujer guapa tiende a pensar que se puede servir de ella como le convenga, y no le importa su situación personal, solo le importa conseguir su objetivo, como fue por ejemplo el caso de Laia, la profesora de Primero de Bachiller de Inglés, que era novia del profesor de Educación Física o el caso de la madre de su alumno agorafóbico. 

Tampoco me hace gracia lo de que se incite a sus alumnos a saltarse las normas que sus padres les imponen en casa. esto crea un montón de problemas en sus familias y hace que algunos alumnos evolucionen de manera negativa.


 Ahora me gustaría poco a poco centrarme en un punto todavía más personal si cabe, y es en describir a mi personaje favorito de la serie.  En este caso es Coralina, la antagonista de la segunda temporada. Coralina es una mujer de 60 años, catedrática de Historia, que llega en la segunda temporada. Coralina es una mujer con carácter,fría y seria, poco empática con los demás, y con unas creencias e ideas sobre lo que debería ser la sociedad actual que sigue con una determinación muy férrea. Coralina llega al Ángel Guimerà (el instituto) como la nueva profesora de Historia, y poco a poco va adquiriendo más poder, llegando a ser en primer lugar Jefa de Estudios y después Directora del instituto. A medida que va adquiriendo el poder va aplicándolo de manera a ver reflejadas en el Instituto sus reglas, y no duda en humillar públicamente y dejar en evidencia a quien no entre en sus esquemas, metiéndose si hace falta en problemas personales. A mi personalmente me gusta por su carácter: no deja que nadie la toree pero en cambio ella torea a quien quiere. Es la única a mi modo de ver que le consigue parar un poco los pies a Merlí, y cuando discute con él lo hace de una manera que a mí me hace mucha gracia. 

Pero en el fondo, Coralina es una mujer que da pena. Si se comporta así es porque en casa tiene problemas personales, y los paga con todo aquel que pilla. La impresión que me transmite es que está un poco amargada y pretende amargar la vida del resto de personas que le rodean para que sea igual que la suya. Siempre está atenta a conversaciones ajenas, buscando qué cosas hacen a las personas felices para así destruirlas y destruir su felicidad. Pero como decía, detrás de sa faceta que podría decirse “de mala persona” se esconde una mujer que sufre mucho. Es una pena, porque es una mujer brillante, muy inteligente, solo que esa inteligencia la utiliza para ver como puede hundir la vida de los demás. Y lo hace de una forma “admirable” si se me permite, porque maquilla sus palabras de tal forma que parece que lo te está haciendo es un favor, y no una crítica, o si se entera de algo deja caer sus comentarios de tal forma que en ningún momento parece que ella esté haciendo algo mal. 

Aquí os dejo un vídeo que he encontrado en su primer día de clase en Segundo de Bachillerato para que véais como actúa

                                                         




Como despedida, os dejo un hipervínculo a  las 10 frases ontológicas de la primera temporada.

Espero que os haya gustado la entrada, como siempre podéis aportar todo tipo de impresiones sobre la serie, observaciones, comentarios, cosas que créeis que puedo mejorar etc. ¡Mil gracias por adelantado!

¡Hasta la próxima entrada, peripatéticos!





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