¡Buenos días lectores! Siento haber desaparecido tanto tiempo, pero es que me he ido de vacaciones y no he tenido tiempo para sentarme a leer como Dios manda. Tanto ir de aquí para allá no me ha dejado ni un momento de respiro para sentarme a leer un buen taco de páginas antes de irme a dormir, después de comer, o en cualquier momento del día que se os ocurra. Aprovecho para deciros, ahora que he vuelto al blog (a ver cuanto dura mi vuelta, porque con el inicio de las clases en breves el estar por aquí se me va a hacer un pelín más difícil), que voy a seguiros a todos los que tengo pendientes por seguir, que no sois muchos, pero sois algunos. ¡En cuanto acabe la entrada me pongo a seguiros a todos!
Esta semana, os traigo nuevamente una crítica-opinión literaria, de la mano de nuestro querido J.R.R Tolkien. Se trata, nada más y nada menos, de la segunda mitad del primer libro de la trilogía.
