Había una vez hace mucho tiempo y en un reino muy lejano un
rey y una reina que acababan de tener una hija. Para celebrar el nacimiento del
bebé, hicieron una gran fiesta, invitando a todos sus amigos y súbditos, ya
fueran de la alta nobleza o del no tan rico campesinado: reyes de los países
vecinos, gobernadores, duques… pero también a mercaderes, herreros, escribanos
y a muchos tipos de artesanos más.